Seguimos con las reseñas de obras clásicas del comic-book y nuevamente contamos con un aporte de Mr. Diavalos al completo. Esta vez se trata de una obra muy interesante, que revitalizó a un personaje carismático de DC comics, pero que, sin embargo, históricamente no ha conseguido mucha popularidad. Se trata de Green Arrow (Flecha Verde) cuyos orígenes se remontan a principios de los años 40, en pleno apogeo de los vigilantes enmascarados. En el principio, Green Arrow se distinguía de otros personajes sólo por su arma de elección: el arco y la flecha. Esto sin duda le daba a guionistas y dibujantes la oportunidad de hacer cosas distintas hasta lo que se había hecho hasta el momento. Sin embargo, aparte de eso, Green Arrow compartía los mismos elementos que ya se habían establecido como populares para las audiencias de la época: un playboy millonario que contaba con un jóven ayudante y que combatía el crimen más por aburrimiento que por alguna otra necesidad más profunda.
Creado por Mort Weisinger y George Papp, la primera aparición de Flecha Verde fue en More Fun Comics 73, de Noviembre de 1941, colección en la que compartían aventuras el Dr. Destino, El Espectro y Johnny Quick. En este número, además, justamente se produjo el debut de otro conocido héroe, Aquaman. Flecha Verde no fue el primer héroe en utilizar el motivo del arco y la flecha para combatir el crimen, pues ya en 1938 había aparecido The Arrow (la flecha) un justiciero que no escatimaba en castigar a los malvados con fuerza letal, publicado por la compañía Centaur Comics. Sin embargo, Flecha Verde logró mantenerse a lo largo de los años, principalmente por su estilo semejante a un Robin Hood moderno, por la presencia de su ayudante Speedy (que lo asemejaba a otros personajes como Batman) y porque la publicación de sus historias siempre fue complementaria a la de otros héroes más populares de la época. Así, por ejemplo, además de sus historias en solitario en 1942 se une a los Siete Soldados de la Victoria originales, grupo que intentaba repetir el éxito logrado por la Sociedad de la Justicia, al reunir en una sóla colección a distintos personajes que hasta el momento tenían aventuras en solitario. En efecto, en Leading Comics 1, publicado en el Invierno de 1941-1942, Flecha Verde y Speedy se unen al Caballero Brillante (Shining Knight) el Vengador Carmesí (Crimson Avenger) el Vigilante original y Star Spangled Kid para formar esta singular agrupación.
More Fun Comics, primera aparición de Green Arrow y Speedy
Creado por Mort Weisinger y George Papp, la primera aparición de Flecha Verde fue en More Fun Comics 73, de Noviembre de 1941, colección en la que compartían aventuras el Dr. Destino, El Espectro y Johnny Quick. En este número, además, justamente se produjo el debut de otro conocido héroe, Aquaman. Flecha Verde no fue el primer héroe en utilizar el motivo del arco y la flecha para combatir el crimen, pues ya en 1938 había aparecido The Arrow (la flecha) un justiciero que no escatimaba en castigar a los malvados con fuerza letal, publicado por la compañía Centaur Comics. Sin embargo, Flecha Verde logró mantenerse a lo largo de los años, principalmente por su estilo semejante a un Robin Hood moderno, por la presencia de su ayudante Speedy (que lo asemejaba a otros personajes como Batman) y porque la publicación de sus historias siempre fue complementaria a la de otros héroes más populares de la época. Así, por ejemplo, además de sus historias en solitario en 1942 se une a los Siete Soldados de la Victoria originales, grupo que intentaba repetir el éxito logrado por la Sociedad de la Justicia, al reunir en una sóla colección a distintos personajes que hasta el momento tenían aventuras en solitario. En efecto, en Leading Comics 1, publicado en el Invierno de 1941-1942, Flecha Verde y Speedy se unen al Caballero Brillante (Shining Knight) el Vengador Carmesí (Crimson Avenger) el Vigilante original y Star Spangled Kid para formar esta singular agrupación.
Portada de Leading Comics 1
Cuando la moda de los héroes comenzó a dar paso, en los años 50, a nuevas historias de horror, ciencia ficción y romance, muchos personajes pasaron al olvido. Flecha Verde logró mantenerse aunque de forma discreta; en esta época destacan muy especialmente las historias que realizó Jack Kirby con el personaje, publicadas como complemento en la colección Adventure Comics, protagonizada por Superboy, y que mezclan elementos de las historias de monstruos espaciales y civilizaciones extraterrestres con la aventura heroíca.
Extracto de Adventure Comics 252, de 1958, con una historia escrita y dibujada por Jack Kirby y que sería publicada en español por editorial Zinco en su antología "Las mejores Historias de los años 50 jamás contadas"
Durante los 60's Flecha Verde tuvo apariciones esporádicas junto a la Liga de la Justicia pero no sería hasta la década de 1970 en que realmente tomó un rumbo interesante, gracias a las historias realizadas por Denny O'Neal y Neal Adams, con historias socialmente relevantes, en las que Oliver Queen se convirtió en el complemento perfecto de Hal Jordan en su viaje por Estados Unidos y su realidad: consumo de drogas, alcoholismo y segregación racial. Sin embargo, faltaba una serie que redifiniera al personaje para la época moderna, estableciendo su papel en el mundo post-crisis, a la manera de Batman Año Uno y Superman Hombre de Acero. Es en este momento histórico, en 1987, en el que Mike Grell desarrolla la serie The Longbow Hunters, conocida en español como El Cazador Acecha.
Green Arrow: El Cazador Acecha
Reseña por Mr. Diávalos
Hace muy poco por fin pude leer esta obra que
tenía pendiente muchos años y que es la que voy a comentar ahora. Para ello hay
que remontarse a la segunda mitad de los años 80, donde nos encontramos en una
crucial etapa de la editorial DC, que hace poco había finalizado su saga Crisis
en Las Tierras Infinitas, estableciendo un reboot
para relanzar, supuestamente desde cero, sus series. Nuevas e inolvidables
etapas se concretan con personajes como Superman, Batman y Wonder Woman, o agrupaciones como Liga De La
Justicia y Escuadrón Suicida por solo nombrar algunos. Además se hacía historia
con dos obras culmines y rupturistas como lo fueron Watchmen y Dark Knight
Returns, que serán inspiraciones y referencias para infinidad de relatos de
tonos oscuros y grises, tendencia que se
convertirá en el sello de varias colecciones, con resultados muy dispares. En
estas historias los personajes se enfrentan a un entorno lo más realista y
crudo posible, forzándolos a tomar decisiones que los hacen transitar en esa delgada línea
que separa al héroe del antihéroe. Es
aquí donde Green Arrow se asienta,
siendo en mi opinión esta obra la que mejor abarca el entorno realista y oscuro
en la que buscan insertar al personaje. Acá el encargado como autor completo es
Mike Grell, con un dibujo estéticamente muy logrado, interesante trabajo de
viñetas y para qué hablar del logrado trabajo en el color de Julia Lacquement,
que concretan una línea gráfica que, si bien, puede perder en dinamismo debido
a lo estático de varias imágenes, que más que parecer arte secuencial se ven
como bonitos cuadros, no le restan intensidad para complementarse bien con el
sórdido relato que ira desarrollando Grell a lo largo de los tres tomos publicados
por la recordada y extinta editorial Zinco (posteriormente reeditado por
Planeta).
¿Que nos trae esta historia? Sin
duda varios puntos interesantes, en primer lugar si bien estamos hablando de un
relanzamiento vemos acá al Green Arrow que muchos conocimos en esa etapa de
culto que nos dieron Dennis O’Neil junto a Neal Adams cuando compartía
protagonismo con Green Lantern; mientras que este último se fue abocando a
sagas más espaciales que muchos conocimos, nuestro arquero esmeralda siguió viéndose
enfrentado a los problemas de corte social y humanos al cual ya nos tenía
acostumbrados. Incluso acá se recuerda aquel episodio que la dupla de héroes
vivió al descubrir la adicción a la heroína de Speedy, el sidekick o protegido
de Green Arrow.
Para hacer más realista la
historia, nuestro personaje se asienta en una ciudad real como es Seattle,
dejando de lado la ficticia Star City. Así, los villanos de corte pintoresco y
estrafalarios son reemplazados por organizaciones de traficantes, asesinos seriales,
la mafia Yakuza japonesa o cofradías de ex
veteranos que torturan y blanquean información, los que van siendo presentados
de forma muy interesante a lo largo del desarrollo de la historia.
Esta obra además es un excelente
punto de partida para conocer el origen de Green Arrow donde en breves páginas
se expone en forma clara que su inicio fue bastante menos épico de lo que la
leyenda narra sobre él. Asimismo, otro
punto a destacar es que a diferencia del Batman Año 1, o los relanzamientos de
Wonder Woman, Flash o Superman, no estamos hablando de un superhéroe juvenil cuya
edad está bajo los 30 años: Oliver Queen / Green Arrow está ya sumido en sus 40
años y su motivación como héroe ya no es sólo la adrenalina de ir de aventuras;
por ejemplo, mientras está en búsqueda del asesino en serie conoce a una
antagonista y posteriormente incómoda aliada llamada Shado quién muestra más
habilidad que nuestro personaje con el arco y flecha (o sea, al menos en esta
historia, ya no es el mejor en lo que hace).
En el aspecto humano, por otro
lado, el personaje va mostrando aquella necesidad de quemar etapas que muchas
personas a su edad ya han concretado. En este punto entra la lograda
descripción de su relación con Dinah Lance / Canario Negro como compañera de aventuras
y relación afectiva, con interesantes diálogos, que contraponen sus argumentos
en temas tan humanos como la intención de Oliver de ser padre a lo que Dinah le
responde que ella desea tener hijos…. pero no huérfanos! dejando en claro el
peligroso mundo en el que se desenvuelven a través de su vocación y que ya es
una premonición a lo que vendrá.
Al finalizar el tomo 2 la misión
personal que toma Canario Negro de ir tras una operación de drogas sale muy mal,
ya que es atrapada, vejada y torturada donde lo más inquietante es que quién lo
lleva a cabo no es un villano con aspecto atemorizante sino una persona común y
corriente en apariencia, que si la vieras en la calle no te generaría mayor
sospechas y sin embargo acá lo ves haciendo uso (y disfrutando) de estos actos
de tortura. Si bien la venganza es casi inmediata y efectiva, se va percibiendo
ese ambiente de angustia que producen los eventos traumáticos, que se reflejan
a través de pesadillas y la impotencia que a pesar de hacer justicia y
desarticular las operaciones de la organización criminal queda esa sensación de
vulnerabilidad y del poder haber impedido el daño a seres queridos, donde
sueños y anhelos quedan seriamente dañados y va a costar mucho tiempo
reconstruirlos.
En cierta medida estas percepciones también
recuerdo verlas reflejadas en la película Irreversible,
donde a pesar del rápido ajusticiamiento no te quita esa sensación de que hay heridas
que no sanan, que la venganza consumada no quita esa desazón que produce el ver
un ser amado vulnerado y vejado por un desconocido que simplemente se cruzó en
su camino. Con sus claras diferencias, varios aspectos similares se ven también, por
ejemplo, en Batman: La Broma Asesina de
Alan Moore y debemos tener en cuenta que la historia de Green Arrow es anterior a estas
dos obras citadas.
Finalmente también se muestra lo
difícil que es ser y actuar como héroe con todas las de la ley, lo difícil que
es jugar limpio contra personas que no se mueven por esos códigos, donde el ser
un enmascarado no sirve para denunciar, incluso jefes mafiosos se dan el lujo
de eliminar evidencias en forma descarada delante de él y reírse en su cara,
donde a muchos les quedará la duda si es mejor buscar justicia por la vía legal,
que muy probablemente no llegará o ir por el camino que toma Shado , a través
de ejecuciones precisas y efectivas para matar al enemigo, aunque con la
angustia de saber que su lugar será rápidamente ocupado por personajes de peor calaña.
En mi opinión Green Arrow: el Cazador Acecha es una
muy buena obra que refleja acertadamente el tono oscuro que se le buscó dar a
los superhéroes de aquellos años. Aunque mi sensación es que lamentablemente no
destacó tanto al lado de otras obras más reconocidas. Incluso es tal como leí
alguna vez: si este mismo relato, sin cambiarle una coma, hubiese sido firmada
por algún otro autor de renombre de esos tiempos, sería considerado otra obra
maestra de finales de los ochenta.
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