lunes, 30 de enero de 2017

The Psycho

Hace poco tuve la oportunidad de releer esta obra, publicada en su tiempo por la editorial española Zinco en tres volúmenes prestigio, y siempre logra dejarme una muy buena sensación. Como cuando leemos algo que tiene ideas muy interesantes y se nos quedan dando vuelta un tiempo en la cabeza: ese momento en que la lectura deja de ser escapismo o simple entretención pasajera y pasa a ser reflexión. The Psycho tiene ideas muy interesantes, las que unidas a dosis de acción, personajes estrafalarios y una cuota de espionaje crean la combinación perfecta para contar una historia.

Cuando los Súper Poderes se unen al Cyber Punk

Escrita a principios de la década de los 90's por James Hudnall (conocido por los lectores en español por su Biografía No Autorizada de Lex Luthor) e ilustrada por Dan Brereton (Batman y Superman: Leyendas de los mejores del mundo y Batman: Thrillkiller) The Psycho cuenta la historia y correrías de Jack Riley, un agente de la CIA en un mundo muy parecido al nuestro salvo por una gran diferencia: la existencia de seres con super poderes, los Psychos o ALD, agentes libres disfrazados, que se encuentran al servicio de las grandes potencias y hacen el trabajo sucio. 



Se trata de un mundo en el que el primer ALD norteamericano mató a Hitler en el 42', poniéndole fin a la Segunda Guerra Mundial. Luego, Rusia desarrolló su propio proyecto de Psychos, creando una tensión internacional similar a la crisis atómica de la Guerra Fría. Así, en esta realidad, el país que tiene más poder es aquel que controla más ALD, y éstos súper agentes gozan de los mejores beneficios de la sociedad, creando tensión con los ciudadanos y agentes normales, que sólo pueden aspirar a trabajos de oficina y de apoyo a los Psychos. Es un mundo en el que el balance de las fuerzas puede verse alterado dramáticamente y donde Jack Riley es un simple peón, un agente de bajo grado que realiza misiones de campo asesinando narcotraficantes en países latinoamericanos y que tiene un resentimiento contra estos seres especiales.
Una anécdota de esta obra es que la historia de Riley comienza precisamente en Chile, trabajando con la policía para desbaratar la organización de un narcotraficante local. Lo interesante es que a diferencia de otros relatos en los que se menciona nuestro país pero no se le diferencia, digamos, de México; en esta historia se hacen algunos alcances que permiten intuir que el autor investigó algo sobre nuestra cultura, especialmente al hacer referencias al robo del cobre por potencias extranjeras y a la alusión sobre que el presidente del país es un títere elegido por los norteamericanos. 

La tensa relación de Riley con los policías locales se acentúa por su rechazo a los agentes súper poderosos


La misión de Riley falla y es separado de la "Compañía". Sin embargo, su país tiene otros planes para él y en vez de retirarlo le ofrecen un puesto en la organización SIN, Súper Inteligencia Nacional, agencia encargada de monitorizar todas las acciones de los Psychos en el mundo. Así, Riley es enviado a la pequeña nación de Aldaria, país que concentra un enorme número de ALD, situación que naturalmente los Estados Unidos no puede dejar de investigar. Aquí comienzan las correrías de Riley, que pasa de agente encubierto a proscrito y a ser perseguido por su propio país; y cuando se le van agotando las opciones, llegar a la inevitable situación de convertirse él mismo en lo que más odia, un Psycho.

Las ilustraciones de Brereton, semejantes a cuadros, ayudan a crear un singular ritmo que va de la acción pura a los momentos de relajo del protagonista

Sin embargo, para convertirse en Psycho se debe consumir una droga que, en la mayoría de los casos, resulta mortal, tanto física como psicológicamente. Sólo aquellos que sobreviven a esta proceso adquieren poderes, e incluso en ese punto no es seguro qué habilidad se obtendrá. Esto muestra parte de la ambientación oscura de la obra, en la que los seres con poderes son resultado de un proceso de terror y angustia, en los que sus deseos de poder deber sobreponerse al miedo a la muerte. Por esta misma razón la obra evita referirse a estos personajes con los epítetos acostumbrados del comic book: nunca son considerados como súper- héroes o villanos, sino como mercenarios que venden sus servicios al mejor postor. En este sentido, también juega un papel importante la caracterización de los Psychos, que quizás por la libertad y priveligios de los que gozan en este mundo eligen vestir de formas provocativas, con tatuajes, modificaciones tecnológicas en sus cuerpos, armamento futurista e insignias, placas y máscaras que dan cuenta de su individualismo y su estatus en la sociedad, lo que claramente recuerda la estética cyber punk. 

  Cada Psycho ha sido diseñado con una estética que acentúa su rol único y privilegiado en la sociedad y que recuerda el estilo cyberpunk de obras como Shadowrun

Perseguido por todo el mundo, Riley se sumerge cada vez más en un juego de traiciones y agentes dobles, de secretos dentro de secretos, en los que su paranoia se acentúa cada vez que se da cuenta en lo que se ha convertido, y que, finalmente, le gusta. Esta idea de la crisis de identidad en Riley, de convertirse en lo que odia y gradualmente ir aceptándose, es bastante profunda y es explorada por el autor desde el principio, al mostrarnos un protagonista que constantemente tiene pesadillas con los Psychos, quienes lo invitan a ser parte de ellos. Estas secuencias me recordaron aquella lectura de Blade Runner en la que se da a entender que el protagonista podría ser también aquello que perseguía, aquello que buscaba eliminar.

A partir de este punto, la obra transcurre vertiginosamente: Riley se va acercando cada vez más a descubrir el secreto de su traición, viajando por Aldaria, Estambul y los Estados Unidos, mientras es perseguido por un singular grupo de Psychos caza recompensas, que han sido contratados para matarlo. El relato va llegando a su conclusión mientras el lector, junto con el protagonista, van conociendo los poderes que este último ha adquirido a través de su proceso de conversión, y el precio que ha debido pagar por ello. 



Si bien el final no es sorpresivo ni apoteósico, sí les permitía a los autores haber continuado las correrías de Riley en otra serie limitada o colección convencional. De hecho, a pesar de ser una serie corta, el mundo que rodea al protagonista está muy elaborado y resulta lo suficientemente intrigante para querer saber más. Es una lástima que estas series alternativas al mundo tradicional de súper héroes no hayan tenido continuidad, aunque se debe valorar que en esta época DC se haya atrevido a publicar este tipo de historias. En conclusión, se trata de una excelente obra que, por su temática, no puede ser ubicada en un momento temporal concreto, y por lo tanto, a pesar de tener más de 20 años de publicada, se lee perfectamente bien.



 

domingo, 29 de enero de 2017

Capitán América: El Hombre Bajo La Máscara



En esta entrega tengo el agrado de presentar el aporte de un gran amigo, Mr. Diavalos, que se ha dado la tarea de comentar un tomo que recoge una de las mejores etapas del personaje insigne de la Casa de las Ideas, el Capitán América, el sentinela de la libertad. Este tomo, "El hombre bajo la máscara", recoje el resurgimiento del personaje en los años 60's, cortesía de Stan "the man" Lee, Jack "King" Kirby y Jim Steranko, entre otros. Y aunque el personaje pudiera parecer algo superficial o anticuado, por sus valores y manifiesta moral, su historia está llena de elementos complejos, lo mismo que su convulsa publicación.Por eso, antes de presentar el análisis de este gran amigo, quisiera hacer una breve introducción a la historia de este emblemático personaje

El Capitán América: Crónica de un hombre fuera de su tiempo

La historia del Capitán (o el Capi o incluso simplemente "Cap", para los amigos) se inicia en en plena edad de Oro de los comics, en el año 1940, cortesía del escritor Joe Simon y el dibujante Jack Kirby, para Timely Comics, predecesora de Marvel Comics. El personaje surge en un momento en que el público ansía más vigilantes enmascarados, especialmente aquellos con tintes patrióticos, pues las sombras de la guerra volvían a alzarse en el horizonte. De hecho, para el momento de su primera aparición, en Marzo de 1941, existe ya una moda de personajes que visten vistosos trajes que recuerdan la bandera de los estados unidos, y que defienden su país y su estilo de vida frente a las amenazas externas; entre ellos destaca The Shield, en Pep Comics, y el famoso Tío Sam (Uncle Sam) encarnación de los ideales de la libertad, creado por el mítico Will Eisner para Quality Comics, en 1940.


 Portada de Pep Comics n°1 de Enero de 1940, de la editorial MLJ, primera aparición de The Shield, personaje que motivaría la aparición de otros vigilantes patrióticos


Uncle Sam, uno de los héroes patrióticos más llamativos, en la portada de National Comics 1, de Julio 1940


 Primera aparición del Capitán América, Marzo de 1941, con la icónica portada en la que le está dando un puñetazo a Hitler.


 Sin embargo, el Capitán América pronto se convirtió en el más popular de este nuevo estilo de héroes y sus historias se prolongaron mucho despúes del fin de la Segunda Guerra Mundial, período en el que la moda de los súper héroes estaba pasando para dar lugar a las historias de romance, western y de horror. Así, la colección original del Capitán llegó hasta el año 1949 y luego sus aventuras siguieron siendo publicadas por la editorial Atlas, sucesora de Timely Comics, hasta la primera mitad de la década de 1950. En este momento el personaje fue retirado de la publicación y no sería hasta principios de la década de 1960 que sería recuperado por Stan Lee y Jack Kirby para utlizarlo en la colección de los Vengadores. Las historias que se comentan a continuación pertenecen a este período histórico, en el que Lee y Kirby reconstruyen la historia del centinela de la libertad, esta vez como un ícono de otro tiempo, atormentado por las culpas de su pasado e inmerso en una sociedad que lo recuerda más como un símbolo de una época pretérita que como a un ser humano.



 El Hombre bajo la Máscara
 por Mr. Diavalos



Cuando se habla de los comic de Marvel de los años 60 y tienes frente a ti un tomo que abarca un personaje legendario como lo es el Capitán América, cuyos aportes creativos vienen de nombres como Jack Kirby, Stan Lee, John Romita, Jim Steranko, Gene Colan  o John Buscema, significa que algo muy prometedor se puede venir. 

Cuando se habla de comics de la década de los 60’s sin duda se tiene a Marvel como uno de los grandes referentes y aportes al noveno arte. Es en esta época donde La Casa de las Ideas se consolidó con grandes títulos, siendo Los 4 Fantásticos el puntapié inicial para seguir con otras colecciones donde se concretaron etapas inolvidables y muy posiblemente insuperables;  no sólo por la creación de personajes sino también por rescatar del ostracismo a algunos emblemas de la edad de oro de la era Pre Marvel, es decir, cuando era Timely Comics.




Es acá donde entra el personaje del cual trataremos hoy: si dentro de los ya mencionados 4 Fantásticos se relanzaba una nueva versión de la Antorcha Humana (donde incluso dentro de la misma colección se contó con una presencia puntual de la Antorcha Original de la edad de Oro) también se debe sumar la reintroducción del príncipe Namor, quien contará con una presencia constante en esta y en otras colecciones. El éxito de estos regresos hizo factible que Stan Lee, a través de Strange Tales #114, tanteara el mercado para traer de vuelta al Capitán América, lo que lo lleva al siguiente paso, una vez más junto a Jack “El Rey” Kirby para traer de vuelta al personaje en forma definitiva en Avengers N°4,  donde el personaje y la agrupación establecerían prácticamente un vínculo sólido y casi siempre indisoluble. 




Es innegable que muchas narraciones del Capitán están relacionadas a las aventuras vividas en conjunto a la agrupación vengadora. Pero para los que ignorábamos de la trayectoria de este personaje, nos cabía la duda si las aventuras en solitario estaban a la altura de lo que nos aportaba la colección de Avengers. Pues para mi grata sorpresa no queda más que reconocer que el tomo que comentaré es la prueba que si: así como los ya mencionados 4 Fantásticos, Thor o los mismos Avengers contaron nuevamente con  narraciones épicas e inspiradas de la dupla Lee – Kirby, acá se suman otros autores ya mencionados al principio que no solo mantienen alto el listón sino que hay casos en donde incluso lo superan (mérito que no muchos lograron).

Pues bueno sólo como antesala indicar que El Hombre Bajo La Máscara es el tomo 2 que continúa a lo narrado Capitán América: La leyenda viviente, gran compilado dentro del cual se comienza a narrar las aventuras del Cap desde su regreso en los años 60 en la colección Tales of Suspense, donde están las infaltables aventuras  en La Segunda Guerra Mundial  junto al desaparecido Bucky, infinidad de aliados y enemigos que son presentados y re-presentados a lo largo de sus páginas (la Agente 13, los Vengadores, Cráneo Rojo, el Barón Zemo, Namor, Batroc, Nick Fury, el Superadaptoide, I.M.A., el cubo cósmico y un largo Etc) donde el punto culmine es que en el número 100 la colección cambia de nombre y pasa a llamarse Capitán América, donde la trascendencia no recae en un simple cambio de nombre sino que en dicho número se presenta el retorno de su némesis, Cráneo Rojo. Esta es una excelente antesala para lo que viene a continuación y que irá profundizando el desarrollo de esta colección, no sólo del Capitán  América sino que también de Steve Rogers, un hombre que desde estos números ya se muestra como un hombre fuera de su tiempo y que trata de adaptarse a esta nueva realidad.

Como no podía ser de otra manera el tomo comienza con un enfrentamiento a lo grande contra Cráneo Rojo y su ejército, donde ya podemos apreciar que ya es legendaria la facultad que tiene este enemigo de poder zafar de la muerte una y otra vez, donde ni hundimientos ni destrucciones de islas lo pueden detener. Esta vez además cuenta con la colaboración del Cuarto Durmiente, esos entes superpoderosos y aparentemente indestructibles que el rey Kirby tan bien sabía crear y diseñar. Acá aparte de las grandes escenas de batallas vamos apreciando la estrecha relación que el Capi ya tenía con Nick Furia y Shield (si creían que esto era algo que se desarrolló en los últimos tiempos no pueden estar más errados), esto suma otro factor que ayuda aún más a la serie ya que también se ven facetas tecnológicas, relatos y viñetas que remiten más a las historias de espionaje que calzan muy bien dentro de esta colección.




También contamos una vez más con la presencia de la agente 13 (Sharon Carter) también miembro de Shield e interés romántico del personaje, que como era muy común pasa a ser la herramienta de extorsión principalmente a través del secuestro para villanos como El Trampero o el mismo Cráneo Rojo, quien recurre a esta táctica para tratar una vez más de eliminar a su archirrival, más allá del obvio cliché visto infinidad de veces el aporte a esta historia que marca la diferencia es que se aprovecha de presentar una nueva y clandestina agrupación Nazi en apariencia 100% fiel a Cráneo Rojo llamados Los Exiliados, que también pasan a ser un duro escollo para el Capitán América. Hay que recordar que Marvel desde sus inicios siempre trata de hacer referencia a lo que ocurre en la actualidad, donde en EEUU se hablaba no con menor temor del resurgimiento de agrupaciones Nazis, por lo que Los Exiliados y el mismo Cráneo calzaban a la perfección.

Desde el Capitán América 105 en adelante el tándem Lee / Kirby sigue consolidándose mostrando recuerdos de la segunda Guerra Mundial y el trauma de su compañero perdido Bucky, sin dejar desarrollar más aventuras en la actualidad donde aparece Batroc,  su enemigo  que esta vez  aparece acompañado de El Espadachín y El Laser Viviente. Tampoco podía faltar el enfrentamiento contra las creaciones de Potencias Enemigas del país Norteamericano y su principal símbolo, en este caso a través de la Operación República, que representa un nuevo intento de crear un duplicado más fuerte del Cap, y que obviamente lo destruya.  Estos capítulos son la previa y preparan el camino de lo que para mí es la mejor historia que firma la dupla creativa de este tomo titulado “Si El Pasado no Hubiese Muerto”, tremenda narración, claustrofóbica, con  una intensa  guerra psicológica contra el Cap, revolviendo y  acentuando aún más sus traumas. Esa forma como el personaje se ve confuso y atrapado en sí mismo, con logradas viñetas y también oscuros pasajes,  para completar en tan solo 20 páginas otro de los grandes y mejores trabajos que la inigualable dupla Lee / Kirby concretaron, además  no solo se quedaron allí, sino que se presenta a lo grande y por primera vez al Dr. Fausto como otro gran enemigo de nuestro héroe.     

Siguiendo con los aportes que nos da este tomo para poder ir conociendo más a nuestro protagonista, posterior a la aventura donde Sharon Carter es secuestrada por El Trampero (anteriormente con el poco afortunado nombre de Pete Pote de Pasta) quien pone a prueba todas las habilidades de nuestro protagonista, le sigue la historia “¡El Héroe que Fue!” donde nuestra dupla nos hace presente el origen del Cap. Y su asociación con Bucky. Muy lograda narración que todo lector iniciado agradecerá, donde además la mencionada dupla creativa finaliza su participación en conjunto en esta colección. Sólo volverán en forma puntual. De todas maneras el final de tan destacable etapa sólo sirve para dar la bienvenida a otra mucho más breve pero inolvidable. 

La llegada de Jim Steranko

Definitivamente lo publicado entre los números 110 al 113 de Capitán América merecen una mención aparte y destacada, ya que llega uno de los autores de lujo con el cual contó la casa de las ideas y que para mí está entre los grandes que pasó por dicha editorial. Obviamente hablo de Jim Steranko, aquel autor completo cuya gráfica innovadora e interesantes guiones consolidaron una etapa de culto con Nick Furia Agente de S.H.I.E.L.D .  Strenranko llega a la colección en reemplazo de Jack Kirby para concretar un arco sencillamente notable, siendo citada por Ed. Brubaker como una de las mejores historias jamás realizadas para este personaje y la reconoce como una de sus principales influencias en su extensa y también destacada etapa con el Cap. Esta breve etapa con Steranko no solo encierra una gran historia y un aporte gráfico a otro nivel, acá hay anécdotas notables (a día de hoy difícil separar lo verídico y lo que es mito), portadas que fueron rechazadas y rupturas de los parámetros establecidos por Stan Lee (lo que conllevó las ya sabidas discusiones entre ambos autores). 



En el Marvel de los 60 si bien es sabido que muchas historias eran trabajadas en su mayor parte por los dibujantes a partir de argumentos básicos de Lee (el mismo Rey Kirby como caso más emblemático) siempre encontré que se notaba mucho la mano de Stan en el trabajo de  los diálogos y en la labor de editor que ejercía este último, donde dejaba claramente impregnado su sello. Es por ello que en este arco que analizaremos es más que evidente el trabajo casi integro llevado por Steranko tanto en el desarrollo de la historia como en los diálogos de este, para que hablar de la línea gráfica donde podemos disfrutar de un autor en su mejor momento, hasta me dio la sensación que la labor de editor de Lee fue mínima en pro de concretar un gran arco.

 La historia, muy ambientada en la corriente de cine negro,  enfatiza mucho más la línea de intrigas y espionaje que tan bien realizaba en la colección de Nick Furia. Esta comienza con un enfrentamiento con Hulk que termina poniendo en serio riesgo a Rick Jones (único amigo del coloso esmeralda) lo cual conlleva a ser cuidado y protegido por el Cap. Para posteriormente, mediante discusiones por medio, Steve Rogers aceptara a Rick como el nuevo Bucky, tema que destaca como pesó las ideas de Steranko, ya que Stan Lee nunca le gustó la idea de los sidekick adolescentes, ya que hasta antes de esta historia Bucky siempre aparecía como recuerdos y flashback, pero nunca en la actualidad de aquella época como si ocurre en este arco. No sólo en esto se queda el sello que imprime Jim en su historia, sino que el gran enemigo a vencer es nada menos que Hydra, organización némesis de Shield y de constante presencia en dicha colección. Donde la nueva dupla debe desarticular un nuevo complot de la agrupación liderada por Madame Hydra donde logran ganar la batalla zafando difícilmente con vida. 



Ya en el número 111 comienza a fraguarse la venganza de Hydra mientras el Cap comienza a intensificar el entrenamiento con Rick para evitar los problemas que tuvieron en su anterior misión, acá el estilo del autor sigue más patentado a través de dobles páginas y reforzado en páginas completas plasmando y narrando en imágenes psicodélicas la angustia e impotencia que siente Rick Jones al sentirse a la sombra de Bucky. Dentro de los constantes atentados que lleva adelante Hydra, donde no podía faltar la batalla contra un hombre-máquina, terminan consiguiendo lo que se proponían.

Desde el número 112 comienzan aparecer interesantes historias que rodean la creación de estos 2 números. Dentro de estas anécdotas está el hecho de que Stan Lee siempre con la presión de las fechas de entrega, le pregunta a Steranko si es capaz de llegar a tiempo con la conclusión de la historia a lo que Jim asegura que si va a llegar. Stan aún con dudas contacta una vez más al siempre eficaz Jack Kirby haciéndole ver que cree que Steranko no llegara a tiempo con la historia por lo que le pide una historia tipo Interludio entre lo narrado en Número 111 con la conclusión que hará llegar Jim. La historia dice que el siempre eficiente Jack Kirby completa el encargo en tan sólo un fin de semana. En dicho capitulo narra la influencia que ha sido el Capitán América tanto en la segunda guerra mundial como en la actualidad en palabras de Tony Stark / Iron Man. Para los iniciados este relato ayuda a conocer más de la historia del personaje y además complementa a la perfección lo detallado en el capítulo “¡El Héroe que Fue!” que fue el número previo antes de que llegase Jim a la colección. Además siendo un buen conductor que calma un poco las aguas para el gran final que nos tiene preparado Steranko.

A todo esto se dice que Jim Steranko si llegó a tiempo con el comic y al ver que Stan no confió en su palabra y publicó el número con Kirby recién mencionado, da por finalizada su participación en la colección, afortunadamente para nosotros concluyó su arco. Esta historia final, nos presenta un importante cambio del personaje y de su identidad civil que todos conocían, somos testigos del traumático origen de Madame Hydra y contamos con la presencia de Los Vengadores y de Nick Furia para el explosivo final de la historia, nuevamente con un desempeño gráfico a otro nivel y una historia que considero que se transformó en un clásico instantáneo y hasta el día de hoy ha envejecido muy bien. Con esto Jim Steranko firma su etapa con letras de oro, donde en mi caso no puedo recordar a otro autor (clásico o contemporáneo) que haya podido hacer historia en una colección con sólo 3 números a su haber.

Hay Vida después de Steranko

Tras la alta vara que dejaron los números anteriores Stan Lee vuelve a tomar las riendas de la colección para cerrar los puntos que no pudieron mostrarse con claridad en la breve pero intensa etapa de Steranko, y lo hace acompañado de 3 leyendas, primero John Romita Sr. Seguido por John Buscema y finalmente con Gene Colan asentándose como dibujante regular de la serie. Acá firman una entretenida y vertiginosa historia de 6 partes que tiene de vuelta a Cráneo Rojo con el Cubo Cósmico, el retorno de los Exiliados, cambio de personalidades entre héroe y villano que hacen pasar complicados momentos al Cap e incluso breves apariciones de I.M.A. y su líder supremo M.O.D.O.K. Además Lee vuelve a imponer su sello librándose a los pocos números de Rick Jones quién gradualmente se va distanciando del protagonista para que su lugar sea ocupado por El Halcón, héroe de color y más edad que el adolescente Jones,  en cuya historia cuenta con su primera aparición para dar comienzo a una nueva y más extensa colaboración con el héroe de las barras y estrellas.



En el último tramo del tomo vemos al cap. Intentando insertarse más en su entorno social, viéndose envuelto incluso en revueltas universitarias, donde sin dejar de lado las aventuras, grandes enfrentamientos y presencia de grandes enemigos y también otros villanos más “común y corrientes” que con menos espectacularidad en sus actos no dejan de ser peores que aquellos a los que enfrenta en forma más regular. Lejos de ese líder carismático que transmite seguridad a sus aliados en Avengers, acá vemos a una persona abatida por las dudas, sintiéndose una vez más un hombre anacrónico cuyos métodos no siempre dan los resultados que busca, en un mundo menos blanco y negro y con muchas tonalidades grisáceas al que nunca estuvo acostumbrado, cayendo en engaños y manipulaciones mentales orquestadas por aquellos mismos a los que considera aliados e incluso amigos. Un mundo donde ser antihéroe resulta mucho más fácil para conseguir sus objetivos.

Como pueden ver este gran tomo de más de 500 páginas publicado por la editorial Panini es un compendio de una década inolvidable del Capitán América, donde prácticamente aparecen todos los aliados y archienemigos que tenía en aquella época y que recomiendo si o si como punto de partida para todos aquellos que ignoran la leyenda que en solitario forjaron con este personaje. Si a eso le agregamos los grandes autores ya nombrados más los excelentes (y siempre subvalorados)trabajos de entintado, principalmente del gran Joe Sinnot, nos encontramos con un tomo que a pesar de su alto valor les recomiendo si o si, ya que aún no es complicado de encontrar.

martes, 3 de enero de 2017

La Última Historia de los Vengadores

Un recurso interesante para contar historias es la utilización de los viajes temporales o la visualización de pasados o futuros posibles. Tanto DC, a través de su línea de Elseworlds, como Marvel, con su colección What If, han experimentado con esta formula, con resultados más o menos afortunados. Dentro de las distntas alternativas, quizás la más interesante sea la de los futuros distópicos o apocalípticos, en los que todo parece haber salido mal. El ejemplo más interesante, y a la vez el más exitoso, es la saga "Días del Futuro Pasado" de los X-Men, que sentó las bases para contar este tipo de historias; también la interesante "Armaggedon 2001" de DC o la famosa "Era de Apocalipsis" de las series mutantes marvel.





La Última Historia de los Vengadores se enmarca dentro de esta tradición, aunque quizás con un diferencia fundamental: mientras que en la mayoría de las sagas existe un momento clave en el presente que, al ser cambiado, altera toda la realidad conocida, para dar paso al futuro apocaliptico (la muerte de Charles Xavier, el asesinato del senador Kelly, un clavo que pincha los neumáticos de la familia Kent, etc) en este relato no existe tal momento, sino que todo parece ir mal. En este sentido, es muy similar a Ruinas, aquella apocalíptica historia de Warren Ellis que venía a ser la contrapartida oscura de Marvels.

Peter David, conocido por sus etapas en Hulk, Factor- X y Spiderman (donde nos legó aquella interesantísima historia de la muerte de Jean DeWolff) y el artista argentino Ariel Olivetti, quien posteriormente trabajaría en las colecciones de Daredevil y Punisher, realizan esta historia que, a pesar de sus tintes oscuros, trata sobre el sentido último del heroísmo y el destino de los combatientes. En el universo Marvel, los Vengadores son el súper grupo por excelencia, donde en uno u otro momento se han reunido los mejores y más poderosos héroes de la Casa de las Ideas. Contando con una larga historia, que se remonta a los años 60, la intención de David con este relato es ciertamente crear un epitafio para tan importante agrupación, pero al mismo tiempo, dar cuenta del oficio del héroe, que nunca puede retirarse o dejar de combatir mientras exista mal en el mundo. La Última Historia de los Vengadores recoge así la interminable lucha entre el bien y el mal, pero también explora la relación dualista y simbiótica entre héroe y villano, enmarcada en un conflicto en el que uno no puede existir sin el otro: por un lado, el héroe debe frustrar los planes del villano; por el otro, el villano debe superar al héroe para lograr sus objetivos. ¿Pero qué sucede cuando los héroes han envejecido y han colgado sus armas, dejando paso a las nuevas generaciones? ¿Que pasa cuando viejos villanos regresan buscando revancha, dispuestos a terminar el conflicto en una conflagración final, un Ragnarok? Estos sin duda son sigunos de una historia apocalíptica, del fin de una era, en la que un debilitado grupo de Vengadores, familiares y amigos deben hacer frente a algunos de sus más grandes villanos.
Götterdämmerung

La historia comienza cuando un grupo de villanos lanza una bomba atómica sobre el nuevo cuartel de los Vengadores, que en el futuro de esta historia alberga a una nueva generación de héroes. La destrucción total de la base saca de su retiro al científico Hank Pym, más preocupado en curar a su mujer, la Avispa, de una enfermedad degenerativa que de hacer de súper héroe. Sin embargo, todo cambia cuando un nuevo Últrón se aparece ante Pym, su "padre", para retarlo a un duelo definitivo, en el que héroes y villanos deben cumplir su destino manifiesto, enfrentándose en un crepúsculo de dioses.


"La batalla final se acerca, padre. Y debe ser entre los mayores enemigos de los vengadores...y los vengadores auténticos, no imitadores aniñados. Reúne a tus tropas, padre... a todos los que queden. Y disponeos a enfrentaros a mi y a mis aliados.."
          Ultron 59 a Hank Pym


En este punto comienza a desarrollarse la historia, en la que poco a poco, mientras Pym intenta reclutar aliados, van develándose sucesos del pasado que han convertido esta realidad en un mundo mucho más oscuro y terrible del que estamos acostumbrados: Thor, Hércules y Ben Grimm desaparecieron luego de viajar a Asgard a combatir una amenaza desconocida; Reed Richards debe utilizar un exo-esqueleto puesto que ya no es capaz de controlar la maleabilidad de su cuerpo y cuida a un Dr. Doom que parece haber sufrido un accidente cerebral; el Capitán América fue acribillado y se desconoce su paradero; Mercurio mató accidentalmente a su hermana, la Bruja escarlata, y luego se suicidó. Y los Vengadores de la Costa Oeste se han disuelto, luego de que un enloquecido Hulk asesinara a Tigra y falleciera luego en una explosión provocada por la dispersión de la energía iónica del Hombre Maravilla, explosión que de paso dejó ciego a Ojo de Halcón.






  La violencia del relato, unida al realismo gráfico, va creando una atmósfera opresiva donde se intuye un desenlace trágico

Pym logra reunir a un grupo de aliados, entre los que se cuentan la Antorcha Humana, Bala de Cañón, el hijo del Caballero Negro, la supuesta hija de Hércules y la hija de Hulka con Wyatt Wingfoot. A este grupo se le une posteriormente uno de los hijos de la Visión y la Bruja Escarlata, que ha tomado el manto del Dr. Extraño. A ellos se enfrenta el grupo formado por Ultrón, que en su forma evolucionada quiere explotar su faceta más humana a través de la destrucción; Kang, el conquistador temporal; y el Segador, que en este futuro es el otro hijo de la Visión y la Bruja, y que mantiene una enorme sed de venganza contra su padre y hermano. En esto, David muestra su conocimiento del Universo Marvel, al utilizar personajes poco recurrentes, como es el caso de los mellizos hijos del Sintozoide y Wanda.

 Kang y Ultrón, según Olivetti

Cuando finalmente llega el momento decisivo del conflicto, las bajas se producen en ambos bandos. Cada grupo está determinado a vencer y utlizan todos los recursos a su disposición, puesto que saben que de esta batalla depende su supremacía en la ecuación que enfrenta al bien y el mal. Sin dar muchos detalles, decir simplemente que el enfrentamiento es muy sangriento pero a pesar de toda la oscuridad que rodea el relato, el final contiene elementos de esperanza para el futuro. La historia es muy entretenida y tiene acción de principio a fin; quizás lo único que pudiera reprocharse es lo corto del relato, ya que con este tipo de historias uno siempre quiere saber más sobre los personajes y cómo llegaron al momento en el que están. Finalmente, la obra logra su cometido, que es dar un cierre al ciclo heroíco de los Vengadores con una batalla final que sirviera para reflexionar sobre el sentido del heróismo y la condición del héroe. Y es que para los guerreros no hay descanso

 





lunes, 2 de enero de 2017

Recuerdos del pasado

Primera publicación del 2017, luego de una pausa y un descanso de varios meses. He leído varias cosas interesantes en este último tiempo, y he tenido varias ideas para escibrir algún artículo, pero la falta de tiempo y otras ocupaciones me han impedido avanzar. Es como esa frase que dice "Uno propone y Dios dispone", es decir, a veces las ganas están, pero el cuerpo es débil.

Así, antes que se me olvide, quiero comenzar esta nueva etapa con un artículo que es parte reminiscencia y parte cerrar un ciclo; en este caso, un ciclo que comenzó por allá por la primera mitad de los 90's, época en que apareció en Chile la famosa "Muerte de Superman", publicada por la editorial argentina Perfil. Por ese entonces yo ya venía coleccionando algunas de las distintas colecciones que se comercializaban en los kioskos de nuestro país, particularmente la liga de la justicia, superman y flushman. Y aunque anteriormente ya estaba siguiendo otras historietas, como cucalón, barrabases y las distintas colecciones disney, lo que me atrajo a los comics de super héroes en ese entonces fueron la cohesión de las historias (es decir lo que pasaba en un número tenía relevancia para los números siguientes) y la idea de un universo compartido por los personajes. Además el comic generalmente terminaba en una situación de incertidumbre o peligro (cliffhanger) lo que lo hacía muy atrayente.

Aquella Liga contra Doomsday


Pero volviendo al tema, al momento de leer la historia de la muerte de superman hubo muchas cosas que me llamaron la atención, e imagino que a muchos también les pasó lo mismo. Para empezar la liga de la justicia que allí aparecía era diferente a la que conocía, aunque algunos personajes si me eran familiares, como Fuego, Hielo, Astro Dorado y Bicho Azul. Otros habían cambiado su aspecto o personalidad: Guy Gardner seguía siendo insufrible pero ahora tenía un anillo de poder amarillo y un nuevo traje (???) y Máxima, una villana que había luchado contra Superman, ahora luchaba a su lado. Y aún más, había un personaje nuevo (al menos para mi) muy raro llamado Bloodwynd que aparentemente era un místico/hechicero y tenía muchos poderes, entre ellos volar, super fuerza, visión de rayos, percepción aumentada y la habilidad de invocar espíritus para reunir poder.


Comienza el misterio de la identidad de Bloodwynd




Sin embargo, una de las cosas que más me llamó la atención fue una especie de sub argumento, en el que el Bicho Azul descubre la "verdadera identidad" de este Bloodwynd. Aparentemente, y por lo que se podía recoger al leer esos números, el Bicho venía desconfiando hace tiempo de su identidad y Bloodwynd tenía muchos secretos. Lo mejor (o peor según como se mire) es que cuando el Bicho va a revelar la real identidad de este personaje, Doomsday (o Juicio Final) lo toma del cuello y lo hace bolsa. Literalmente, ya que lo deja en coma a las puertas de la muerte; aunque en realidad es un milagro que el Bicho sobreviviera a un encuentro con el tipo que mató a Superman y que casi acabó con Darkseid. 

El momento en cuestión


En fin, la cosa es que en ese tiempo (sin internet ) intenté resolver como puede el misterio de Bloodwynd. Al principio asocié la última exclamación del Bicho con el nombre real del personaje: la onomatopeya AWK con HAWK y listo, era el Hombre Halcón. Sin embargo no tenía mucho sentido, por que Hawkman tenía otros poderes y era blanco. También pensé que podía tratarse del androide Tornado Rojo, por la imagen que ve el Bicho y que se asemeja a un torbellino.  Y también recuerdo que hablando con otros amigos comiqueros estaba la teoría de que era el Corredor Negro...o Black Racer, aquel personaje creado por Kirby perteneciente a su Cuarto Mundo y que por ese entonces había aparecido en la saga en que Superman viajaba al infiero para enfrentarse a Blaze y salvar al hijo de Perry White. La verdad es que podría haber sido cualquiera, incluso algún personaje desconocido para los lectores latinoamericanos; pero como en muchos otros casos, la verdad estaba mucho más cerca de lo que uno se imaginaba, aunque deberían pasar años para resolver el enigma.


El rey está desnudo 

Tiempo después, y ya con el acceso masivo a internet y a wikipedia, recordé este misterio y busqué la identidad del personaje. Por supuesto la encontré, pero en ese momento no tuvo mucho sentido. Como puse más arriba, la identidad podría haber sido cualquiera, incluso la opción que decidió utilizar el guionista de esa época, Dan Jurgens. Pasaron unos años más y por fin pude reunir todas las piezas del puzzle. De repente, la opción del personaje que se hacía pasar por Bloodwynd no era tan descabellada, sobretodo porque el autor se había encargado de sembrar pistas desde su llegada a la colección. Pero hagamos un poco de historia, gracias a la editorial zinco, que publicó esta etapa en cuatro prestigios: la primera aparición de Bloodwynd es en el número 61 americano de la Liga, justamente después de la saga Rupturas que había desbandado a los dos grupos, americano y europeo, y un especial en el que se ponía de manifiesto la necesidad de contar con una Liga. A raíz de esto se forma un nuevo grupo, formado por Superman, Hielo, Fuego, Guy Gardner (al principio Linterna Verde) Bicho Azul, Astro Dorado y Máxima. En su primera reunión, son atacados por Weapons Master (El Amo de las Armas) que consigue derrotar al grupo para robar el anillo de Linterna Verde. En este punto aparece Bloodwynd, demostrando poderes místicos y psíquicos: entre ellos la habilidad de seguir la energía residual de un arma o teletransportarse. 

Colección de especiales donde se conoce el origen del personaje 

Bloodwynd resulta instrumental en el rescate del grupo, y es invitado inmediatamente a unirse. Aquí comienzan las sospechas del Bicho Azul, no sólo porque áquel sea un desconocido, sino por el gran abanico de habilidades que presenta: por ejemplo, en una aventura en el espacio en la que la Liga se enfrenta al vampiro estelar Starbreaker, Bloodwyn se "transforma" en un Guardián de Oa, asumiendo su forma y confundiendo al villano. El Bicho Azul se pregunta si fue una ilusión o Bloodwyn posee otros poderes que no ha mencionado...Luego, en otra aventura, Bloodwyn parece poseer poderes precognitivos, pues es capaz de prevenir al grupo de un peligro inminente. La paranoia del Bicho aumenta cuando el hechicero se niega a revelar detalles de su pasado. Es aquí cuando la colección llega al episodio de la muerte de Superman y el Bicho logra descifrar el enigma, aunque resulta tan herido que no es capaz de compartir esa información. Varios números después Jurgens desarrolla un arco argumental de cuatro números en los que la Liga se enfrenta a una versión violenta de ella misma, en un mundo donde los héroes se han tomado la justicia por su mano y han comenzado a asesinar a los villanos. En esta saga, específicamente en el número 74, Bloodwyn se enfrenta al Detective Marciano de esta realidad alternativa, y el resto de la Liga queda impresionada al ver como, luego de recibir una golpiza, el hechicero se convierte en el mismo J'ohn J'onzz que está enfrentando. ¿Se trata de un truco para confundir al oponente, tal como hizo con Starbreaker? La verdad es que no, ya que al quedar debilitado por el asalto de su oponente, Bloodwyn no tiene más remedio que revertir a su forma verdadera, es decit a la del Detective Marciano¡¡

J'ohn versus J'onzz

Luego del shock y de que la Liga lograra escapar de esta realidad alternativa, vinieron las preguntas, y el fin, al menos para mi, de varios años de incógnita. ¿Bloodwyn era realmente el Detective Marciano? Si y no. Para empezar J'ohn no recuerda nada y tiene una gema roja pegada a la piel. Todos recuerdan que, al disolverse la antigua Liga, el Detective desapareció para viajar por el espacio. Sin embargo, en este punto las pistas dejadas por Jurgens comenzaron a cobrar sentido: la habilidad de Bloodwyn para transformarse en otros era la habilidad cambiaformas de los marcianos; sus rayos ópticos la visón marciana; su capacidad para telepotarse era en realidad J'onzz volviéndose invisible y desplazándose; y lo que vio el Bicho cuando lo atacó Doomsday fue a Bloodwyn débil por las llamas que lo rodeaban, única debilidad de los marcianos. Bastante rebuscado, y la verdad es que nunca lo habría descubierto yo solo. Sin embargo, quedan interrogantes: por qué J'onzz no recuerda este periodo y qué es la extraña gema que lleva en el pecho. Atom se ofrece a investigar y el introducirse en la gema descubre que se trata de otra dimensión, hogar del demonio Rott, entidad que se alimenta de las emociones negativas humanas. Dicha entidad ideó un plan para dominar al marciano, hacerlo adoptar la identidad de Bloodwyn e infiltrarlo en la Liga para buscar una fuente de energía capaz de sacarlo de su dimensión: fuente de energía que terminó siendo El Rayo. Sin embargo, lo más interesante es que el verdadero Bloodwyn se encontraba prisionero en esa dimensión, es decir, el Detective Marciano no era Bloodwyn, sino que en realidad sólo se hacía pasar por él. Vaya giro argumental. 

El momento en el que el marciano es capturado

El resto de la historia es bastante típico: los héroes derrotan a Rott, lo devuelven a su dimensión y en el proceso rescatan al verdadero Bloodwyn, quien retoma su lugar en la Liga. Mientras tanto J'onzz se va a formar su propio equipo de superhéroes (Justice League Task Force) El desarrollo de esta sub trama es bastante interesante, y presenta un final sorpresa-inesperado, especialmente para los lectores latinoamericanos que no contaban con el material español para leer esta parte de la aventura. Así, en retrospectiva, el misterio de Bloodwyn pasó a formar parte de las anécdotas que rodearon el evento de la muerte y resurreción de Superman, y al menos en mi caso, una interrogante que debía tener finalmente un cierre. En este sentido, la publicación de editorial Zinco de estos números es bastante acertada, ya que llena el vacío entre el fin de la Liga de América y Europa y la Muerte de Superman, incluso yendo varios números más allá de este acontecimiento, explicando además otros hechos, como por ejemplo los cambios de traje de Máxima y Fuego o cuando Guy Gardner adquiere el anillo de poder amarillo.

 

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