Qué se podría escribir sobre Lobezno (Wolverine) y El Castigador (Punisher) que no se sepa? Durante buena parte de los 70, 80 y 90 fueron dos de los personajes más populares del universo Marvel, principalmente por el enfoque de anti héroe que les dieron diversos autores: Claremont y Byrne y Hama y Silvestri, en el caso de Wolverine y Conway, Carl Potts y Jim Lee en el caso del vigilante de la calavera. Fue tal la fiebre por estos personajes que ambos protagonizaron un montón de serie limitadas y especiales que ahondaban en sus motivaciones, su pasado o simplemente los mostraban haciendo lo que mejor hacían: el trabajo sucio.
Por esto, un especial que los juntara a ambos debería ser un festín para los ojos y la mente, quizás no tanto desde el punto de vista argumental, sino desde la violencia y la acción. Anteriormente estos personajes ya se habían reunido, junto a Ghost Rider, en las sagas "Corazón de Tinieblas" y "Oscuro Destino", sagas muy buenas para mi gusto. Esta saga, mucho menos cósmica que las anteriores, viene a profundizar los lazos entre ambos desde el punto de vista de las guerras de bandas, la corrupción y una venganza contra Punisher que involucra al mutante canadiense.
Encuentro de dos mundos
En general, las historias de este tipo suelen presentar argumentos que son una excusa para juntar dos personajes. Este caso no es la excepción: Punisher se encuentra eliminando a varios grupos de traficantes de drogas, los cuales trabajan para Kingpin. Debido a las pérdidas ocasionadas, el señor del crimen decide eliminar al vigilante, utilizando un cyborg inspirado en el grupo de los Cosechadores, mercenarios mitad humano-mitad robot que le han dado más de un dolor de cabeza a la Patrulla X. Y aquí entra Lobezno, quien se entera de este plan y decide acudir a ayudar a Punisher, recordando el encuentro que ambos tuvieron en la jungla, cortesía de un Jim Lee en sus inicios.
El plan de Kingpin consiste en desacreditar al Punisher, haciéndolo dudar de su código de eliminar sólo a criminales. Para esto, su asesino cyborg se somete a distintas intervenciones para parecerse a Frank Castle y así llevar a cabo varias matanzas de inocentes disfrazado de Punisher. Lobezno, por otro lado, comienza a investigar estos asesinatos, dudando de la cordura de Castle. Así, los autores van generando un escenario perfecto para el enfrentamiento entre los dos personajes
Algo que me pareció singular es que la representación de Wolverine en esta historia es muy diferente a lo que se nos tenía acostumbrados para la época: se le ve abatido y cansado, sin su ferocidad acostumbrada y cayendo víctima de distintas trampas que le tienden los agentes de Kingpin. A medida que la historia avanza, el asesino contratado por el rey del crimen comienza a acercarse cada vez más al Castigador; sin embargo, se encuentra primero con Wolverine, quien ha unido las piezas de este extraño puzzle y se produce el enfrentamiento entre ambos. Esta es, quizás, la mejor parte del comic, pues muestra la tenacidad y resistencia de Wolverine y parte de su ferocidad.
Finalmente Wolverine, luego de muchos intentos, logra acabar con la amenaza, al tiempo que Punisher ha atado varios cabos sueltos y comprende lo que ha ocurrido. Al final se trata de una historia regular, que no logra sacar lo mejor de ambos personajes, pero que se lee rápido y tiene algunas secuencias de acción interesantes. El argumento, por otro lado, no resulta relevante para ninguno de los participantes. El guión está a cargo de Carl Potts y la parte gráfica del británico Gary Erskine, conocido por su trabajo en la serie "Los Caballeros de Pendragón", editada también en español por Forum
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