Stan
Lee es quizás el rostro más conocido del mundo del comic book. Desde fines de
los años 30 ha trabajado en la industria y en los últimos años se ha dado a
conocer a las nuevas generaciones a través de sus apariciones en el Universo
cinematográfico de Marvel. Sin embargo, su influencia en el desarrollo del
medio de la historieta ha sido eclipsada por algunas polémicas con otros
autores, y más aun, por la percepción generalizada de que ha sacado provecho de
los artistas con los que ha trabajado. Más allá de estas discrepancias, existen
elementos concretos que muestran que Lee, individualmente, podría considerarse
como el responsable de la evolución de los comics desde la edad de Oro a la
edad moderna y catapultarlos no sólo como un medio de entretenimiento masivo,
sino como un objeto cultural relevante tanto para jóvenes como adultos.
Los inicios
Stanley Martin Leiber, más conocido como Stan Lee,
comenzó su andadura por el mundo de las editoriales a fines de los años 30,
momento en que las tiras diarias y los suplementos dominicales de los
periódicos evolucionaban a formas más complejas de contar historias, ahora en
color; por ejemplo, Little Nemo de
Winsor McCay, que había revolucionado el ambiente del comic strip a principios del siglo XX al presentar tramas y
personajes recurrentes, el Tarzán de
Hal Foster y Burne Hogarth o el Princípe
Valiente del mismo Foster, en los que la acción avanzaba de un episodio a
otro, lo que le permitía a sus autores producir relatos que culminaran
dramáticamente y en suspenso, para continuarlos en sagas de varios capítulos.
Al mismo tiempo, la literatura de evasión y la radio
habían dado a conocer al gran público el nuevo género de aventureros,
justicieros e investigadores que inundaban los puestos de periódicos. Estos
hombres de misterio, entre los que se contaba al Zorro, The Shadow o a Doc Savage, El
hombre de Bronce, tuvieron gran aceptación desde los años 20’s a través de
los Pulps, novelas económicas hechas
de papel de baja calidad.
El gran cambio vino a fines de la década de 1930, cuando
DC (en ese tiempo llamada National Allied
Publications, y luego National Comics
Publications) se encargaba de inaugurar el género de los súper héroes con
Superman, en Action Comics 1 (1939),
presentando un personaje que, a la manera de Sansón, Hércules o Atlas, reunía
en sus poderes las más grandes aspiraciones humanas.
En ese tiempo Lee trabajaba en Timely Comics, editorial que no tardó en
sumarse a esta nueva vanguardia con personajes como el Capitán América, la Antorcha
Humana Original y Namor, entre otros. En este período Lee contribuyó con
algunas historias y creando personajes, como Jack Frost y The Destroyer (el Destructor) en 1941. Sin embargo la Segunda
Guerra Mundial y el periodo de post guerra trajeron un declive en este nuevo
género de aventuras, y como tantos otros autores de la época, Lee se dedicó
durante la década de los 50 a escribir westerns, historias de ficción, humor,
terror y romance para Atlas Comics,
editorial formada a partir de Timely.
Segmento
humorístico creado para el Annual 1 de Spiderman
(Octubre,
1964) por Stan Lee y Steve Ditko.
La Era Marvel de los Comics
El aumento de las ventas y la aceptación por parte de
los lectores del nuevo estilo creativo de Lee permitieron una serie de
innovaciones orientadas a acercar al público (infantil y adulto) al mundo y a
los personajes de los comic books. Las más importantes fueron:
-
La
elaboración de un lenguaje propio: Desde un principio, Lee demostró un gran
sentido del espectáculo, de la promoción o advertising.
Las portadas de sus comics comenzaron a mostrar slogans y frases pegadizas que
trasmitían el nuevo espíritu del asombro que era Marvel; por ejemplo, en los 4
fantásticos se comenzó a utilizar la frase “The world’s greatest magazine” (La revista más grandiosa del mundo)
mientras que, ya desde 1963, la mayoría de títulos llevaban frases como “Aquí
comienza la era Marvel de los Comics” o “Una historia colosal que demuestra que
esta es la era Marvel de los comics.” Estas ideas muestran que tanto Lee como
sus colaboradores tenían conciencia de que estaban a la vanguardia en el
resurgimiento de los comic books, y que debían exigirse constantemente para
seguir al nivel de sus creaciones: de aquí que comenzaran a llamarse “La casa
de las ideas.” Asimismo, Lee es conocido por la creación de diversos términos
originales, neologismos o “stanisms”, que utilizaba en sus editoriales o en sus
páginas de correo (llamadas Stan’s Soapbox)
como Excelsior, Nuff Said o Make mine Marvel, las que le daban a
los lectores un sentido de pertenencia y cercanía con el medio.
-
Relacionado con lo anterior, Lee desarrolló
una serie de mecanismos para acercarse al público que hasta el momento no eran
utilizados: editoriales, páginas de correo en la que los autores interactuaban
con los lectores, un club de seguidores de la editorial (The Merry Marching Marvel Society) merchandising de los personajes
y, posteriormente, el traspaso a otros medios de comunicación: el diario, la
televisión, la radio y el cine.
-
Debido
a la explosión creativa que significó la elaboración de distintas series a
principios de los 60’s, Lee elaboró un método de trabajo con sus colaboradores
que, con el tiempo, llegó a conocerse como “El Método Marvel” para hacer
comics. Este sistema consistía en que Lee discutía a grandes rasgos el
argumento y el desarrollo de la historia que se iba a realizar con el
dibujante, dándole a este último la libertad para que la ilustrara de la manera
que le pareciera más conveniente, sin un guión establecido. Luego, con la parte
gráfica finalizada, Lee agregaba los diálogos. De esta manera podía trabajar en
varias colecciones a la vez, en un tiempo en que él era la principal fuerza
creativa de la compañía.
-
El
desarrollo de un mundo vibrante y conectado, en el que los héroes de las
distintas colecciones vivían sus aventuras en un universo compartido,
encontrándose y viviendo aventuras en conjunto. Esto es muy interesante, ya que
anteriormente las colecciones eran manejadas por equipos artísticos
independientes, que no se relacionaban entre sí. Por esto es que las
colecciones que reunían héroes, como la Sociedad de la Justicia, el All Star
Squadron y la Liga de la Justicia resultaron en un principio tan atractivos. La
idea de un universo cohesionado permitió controlar mejor las historias y el
desarrollo de cada personaje. Relacionado con esto, Lee rescató una serie de
personajes de la Edad de Oro y los integró totalmente al nuevo universo que
estaba creando; los más importantes, sin duda, son el Capitán América y Namor,
que pasaron a formar parte de las páginas de los Vengadores y los 4
fantásticos, respectivamente.
Ejemplos
de la idea del universo compartido: apariciones del Doctor Extraño, La Avispa,
el Hombre Gigante y Thor en el primer anual de Spiderman (1964)
Así, un gran recurso argumental fue mostrar la
interacción de los distintos héroes de la editorial, como la Antorcha Humana y
Spiderman, los Hombres X y Los Vengadores o la aparición de Hulk en la mayoría
de las colecciones.
-
La
presentación de tópicos maduros que iban más allá de las convenciones que hasta
el momento tenían los comic books, esto es, el conflicto entre el bien y el
mal. Las historias de Marvel comenzaron a presentar historias en las que se
mostraba, por ejemplo, el descontento social que vivía el país en ese período,
las revueltas estudiantiles y la utilización de drogas, así como también
villanos trágicos o ambivalentes, que no encajaban con los esquemas clásicos
del arte secuencial. Esto, sumado a la posibilidad que tenían los artistas de
experimentar con nuevas técnicas, como los fotomontajes de Jack Kirby o los
estilos psicodélicos de Steve Ditko en Doctor Extraño o Jim Steranko en Nick
Fury, hizo que los comics Marvel llegaran a un público nuevo: estudiantes
universitarios y adultos jóvenes que vieron en ellos un reflejo de los cambios
sociales y culturales de la época.
-
Conocer
perfectamente las capacidades de cada artista para obtener el mayor provecho
creativo de las colecciones en las que participaban: es célebre la historia en
la que Lee, luego de idear el concepto para Spiderman, se lo llevó a Jack Kirby
para que lo dibujara, quedando insatisfecho con el estilo heroico y trazo
angular de este último. Así, decidió entregárselo a Steve Ditko, quien poseía
un estilo mucho más naturalista, perfecto para la nueva colección. El sentido
del dramatismo y el espectáculo de Lee también jugó un papel fundamental en los
primeros cinco años de la era Marvel: es igualmente conocida la anécdota en la
que Ditko deja la colección del Trepamuros por una diferencia creativa con Lee:
para el dibujante, la identidad del Duende Verde original, de la que se habían
dado muchas pistas desde los inicios de la colección, debía ser la de un
perfecto desconocido, algo completamente realista. En cambio para Lee, que
quería lograr el mayor dramatismo posible, debía ser alguien del entorno
cercano de Spidey, lo que a la larga permitía desarrollar nuevos conflictos.
Cómo
le llegan a Stan Lee sus ideas: creatividad deliberada versus inspiración
divina
“Make Mine Marvel”
La influencia de Stan Lee es enorme, tanto en los
inicios y el establecimiento de Marvel como una de las mayores editoriales de
comic books del mundo, como para la historia y desarrollo del medio. Sus ideas
para la creación de personajes, relatos y mundos se convirtieron en una
mitología moderna, una celebración del comic de súper héroes como artefacto
popular, relevante culturalmente. Su trabajo motivó a incontables generaciones
de artistas, incluyendo la primera generación de autores que lo siguieron: John
Romita Sr., Roy Thomas, Jim Shooter, los hermanos Buscema y un gran etcétera.
“Marvel es una cornucopia de
fantasía, una actitud desafiante, un escape de lo común y lo prosaico. Es un
banquete para la mente, el ojo y la imaginación, una erudita celebración de
creatividad sin límite, unida a un toque de rebelión y a un insolente deseo de
escupir en el ojo del dragón.”
– Stan Lee
Algo sobre Stan Lee:
Mutants, Monsters and Marvels, entrevista a Stan Lee por Kevin Smith, 2002.
With Great Power: The Stan Lee
Story, 2010.
Peter Sanderson, Comics in Context #14:
Continuity/Discontinuity:
http://www.ign.com/articles/2003/10/11/comics-in-context-14-continuitydiscontinuity
Todas las imágenes e ilustraciones utilizadas pertenecen a sus creadores o editoriales y han sido utilizadas sólo con fines académicos y de divulgación.
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